Los contras de irme

Me cansa la intensidad de mi carácter, que encima solo va por dentro, es realmente agotadora.
Ya he ordenado así que como libro y no se cómo ocupar ahora mi tiempo y lo quiero ocupar voy a hablar de cosas hablables y así de paso ver si al ponerles palabras y orden me ayuda a simplificarlas. Estas son las cosas no tan idílicas o que temo un poco de irme a Santander (lo verbalizo ahora que obvia y afortunadamente no hay marcha atrás, que en absoluto la desearía básicamente por que aquí me es imposible hacer nada de lo que voy a hacer ahí):

- Tema vivienda: Los estudios son muy caros y hay muy pocos y no me apetece nada de nada compartir piso, es casi pavor las pocas ganas que tengo de ello, las pocas ganas que tengo de la continua tensión por la posible vida social en cualquier momento, me da claustrofobia solo de pensarlo. No me apetece no tener ni un solo momento de descanso, incluso aunque me enclaustre en la habitación y de ahí no salga, aun así me genera muchísima tensión, me apetece sentirme sola y oculta de verdad. Por no hablar de las pocas ganas que tan demasiado conozco de darme asco ir al baño, de las pocas ganas de no poder pisar la cocina por si pasa alguien, de las pocas ganas de esperar los momentos en que no hay nadie por los pasillos para hacer cualquier cosa, etc etc etc. Encima para los estudios casi todos te piden nómina.. QUIERO UN ESTUDIO.

- No me apetece obviamente aunque lo tengo bastante asumido estar entre chavales de 20 años en la clase, cuando fui a hacer la matrícula y eso que estaba casi vacío, estaba todo el rato deseando salir corriendo mientras el tío de la secretaría escudriñaba mis anómalos datos. No me apetece nada aunque afortunadamente tengo claro que mejor sufrir cuatro años que toda la vida en un trabajo que odio como el actual. De hecho llevo peor el tener que hacer nueva vida social por mínima que sea, que el hecho de que sea con gente de esa edad, el principal problema es el hecho en sí de tener que interactuar para todo lo que se haga.. qué pesadilla..

- Me da un poco de miedo que el tiempo tan malo que hace casi todo el año (lluvia continua, hasta estos días que he ido llovió en varios momentos varios días) me deprima o algo parecido. Estoy convencida que si uno está bien no hay tiempo que le fastidie el ánimo, que es cuestión de asumir que ese es el tiempo que hace ahí, asumirlo y no esperar otra cosa, verle su parte buena, singular y bonita incluso, pero aun así todo todo el rato lloviendo.. no sé, a veces también me da un poco de miedo..

- Me da un poco de miedo también tener la  sensación de no tener a dónde ir en nada, es decir de tenerlo todo más que visto en nada y en mi tiempo libre no ver qué hacer, que se me haga pequeña la ciudad. El tema cine me preocupa de los que más, por que creo que apenas hay y las películas que se estrenan son las más comerciales, osea las que casi nunca por no decir nunca voy a ver, y yo necesito el cine, me da vida.

- No me da miedo sentirme sola, en absoluto, me daría miedo lo contrario, lo estaré de hecho de manera casi idéntica a aquí que no me lo siento pese a estarlo el 98% de mi tiempo libre porque no hecho a faltar la compañía de nadie, ni en concreto ni como hecho, estoy muy bien o al menos como mejor en el peor de los casos, de hecho de la gente con la que podría tener más compañía si quisiera y no la tengo, toda me sobraría. A veces, raramente, me puede apetecer quedar con alguien de la gente que conozco, por salir un poco etc, pero es tan puntual y tan poco serio el deseo que perfectamente lo sobrellevaré si alguna vez se me da el caso. Lo que más mal me sabe de dejar Madrid (un tiempo) son cosas que no tengo, que igual no tienen ni demasiada forma, pero que en todo caso están más cerca aquí que ahí y prefiero no sé por que su cercanía a su lejanía, aunque no lleve a ningún lado irracionalmente lo prefiero. Curiosamente esas cosas informes y casi inexistentes me importan más que cualquier otra "con cuerpo" que deje aquí (y llevo casi 8 años en Madrid).

- Me da miedo también no dedicarme bien a estudiar, dejarlo, rendirme, no acabar de creerme que lo voy a hacer, el 90% de mí se lo cree, pero hay un 10% que duda de mi misma, aunque no quiera ni verbalizarlo y me diga que en absoluto, soy tan capaz de todo que miedo me doy a veces, aunque repito que sólo es un 10% lo que dudo frente a un 90% que confía/sabe y desea con todas sus fuerzas hacerlo y muy bien además, de forma sobresaliente.

Bueno, creo que estas son las cosas que más miedo me dan, que obviamente, aunque me haya dado por dedicarles un post es la parte pequeña de mis expectativas de ir ahí, que son en general buenas. A ver si al ponerles palabras dejan de ser inconfesables y así desaparecen.