domingo, 3 de octubre de 2021

30 y 30

Estoy nerviosa, para variar. Con la sensación, en escala pequeña seguro, de que hubiera pasado algo que en realidad no ha pasado, con la resaca emocional de si hubiera pasado pero sin que pase. Tengo que hacer unas cuentas cosas y no consigo hacer ninguna. Empiezo y cierro, y así mil veces, así que voy a recurrir al recurso fácil de escribir para desahogarme o descargar mis nervios haciendo listas además, es decir lo fácil de lo fácil.

30 cosas al azar confesables que me gustan y no me gustan. Por orden de ocurrencia, no de importancia. 

COSAS QUE NO ME GUSTAN: A mí particularmente y que no me gustan en general, es decir aunque puedan haber excepciones en cada caso. No se valen cosas que a nadie gustan o a nadie deberían gustarle (el hambre en el mundo, el capitalismo, la mentira...🙄):

- Hablar por teléfono

- Las videoconferencias (las odio con todo mi alma).

- Los audios, que no hay forma de oírlos y hacer ver que no para responderlos cuando te de la gana. Mandarlos (casi nunca los mando.)

- Varios planes en un solo día (sobre todo planes con gente, supera la cantidad de energía diaria que dispongo). Incluso más de dos planes a la semana con gente la mayoría de veces es demasiado, incluso menos de dos muchas veces.

- La familia como tal.

- Comer animales torturados y asesinados por unos minutos o segundos de un grado mas arriba o más abajo de placer para mi paladar.

- Interactuar con gente que no me interesa, las típicas conversas de relleno ¿necesarias? en la vida social.

- Que me observen.

- Los planes que supongan quedar con gente (no cuenta mi pareja) sin antelación.

- Mi cuerpo.

- Partes de mi mente.

- Hacer tareas de la casa. Cocinar.

- La calefacción alta, la sensación de calor en la cara. Odiosa.

- Tener cosas pendientes de hacer.

- Debatir temas con la mayoría de gente, nadie llega al fondo ni de lejos.

- Los hombres.

- Mi susceptibilidad.

- El calor, el sol en la cara.

- Las fotos (que me las hagan).

- Hacer deporte.

- Las pelis dobladas, esa costumbre franquista que se mantiene y que es como ver una actriz o actor con la cara tapada.

- La policía.

- La gente que llama negacionista y mete en el mismo saco a todo lo que no interesa que se escuche.

- Trabajar. La interesada cultura del esfuerzo (mátate para sentirte realizado que es lo que me interesa).

- Hipotecarme, casarme, tener hijos.

- La tele, que estratégicamente te aniquila la fuerza interior, la capacidad de revolucionar la vida y tu vida.

- Bloquearme muchas veces cuando he de interactuar con gente, ponerme roja, que se me acelere el corazón y hasta temblar cuando he de hablar delante de gente.

- Los nacionalismos, las banderas, los países, excluyentes intrínsecamente.

- El valor que se le da (demasiado alto) a las tradiciones.

- Que me hablen bordemente o ignoren (a mí no me engancha ni despierta el interés, al revés.)

- La similitud que hay entre el "no hay nadie que ame más a los toros que un torero" y el "la mató por que la quería". Como si fuera posible amar y ser violento (e incluso matar) a quien amas.


COSAS QUE ME GUSTAN (no se valen tampoco cosas trilladas, como la vida, el amor, su sonrisa, sus pestañeos y la paz en el mundo🙄.)

- Estar sola.

- Estar con la poquísima gente que me gusta mucho.

- Saber cualquier cosa de la gente que me gusta mucho, aunque no me lleve a nada más que conocerla.

- Leer, el cine, la música.

- Las historias humanas, de cuanto más recóndito sea el lado del alma, mejor (pelis y libros que me gustan casi siempre van sobre esto.)

- Las mujeres, las lesbianas, las personas no binarias.

- El café cargado, con leche de avena y sin azúcar.

- Mi intuición.

- Esa sensación (adrenalina) que se pierde la gente hetero, de no saber si alguien que te llama la atención es lesbiana o bisexual. La sensación cuando te enteras que sí, aunque no sirva para nada.

- Comer siempre y beber en vida social (ambas cosas por gracia o desgracia y aunque también no me guste.)

- El senderismo.

- Mi sensibilidad o capacidad de ver.

- Septiembre, la lluvia, la época cada año de "la vuelta al cole", que aún me revuelve con nostalgia y placer (¿adolescencia mal superada?)

- Excederme alguna vez.

- La gente mayor que yo. La juventud en sí, aunque no tanto para relacionarme.

- La noche.

- Dormir desnuda si estoy sola (aunque lo haga poco), y en camiseta si estoy con ella.

- Los relojes, los zapatos "tipo hombre" en mujeres, obviamente los traje chaquetas en mujeres, las hebillas, las sandalias cangrejeras (infancia mal superada), los calcetines bonitos y nuevos.

- Regodearme y perder el tiempo recordando y/o imaginando.

- Casi tanto como el sexo, la expectativa de poder tenerlo (o no).

- Un punto mal llamado "masculino" en las mujeres. Un punto fatal llamado "caballeroso" en las mujeres.

- Las caras con personalidad, nada me interesa y atrae más del físico de una persona que su cara.

- Que descubran algo de mí no evidente (me seduce incluso).

- Dibujar, más concretamente personas, y más concretamente mujeres.

- Luz Casal, Helena Maleno, Open Arms, Simone de Beauvoir, Cate Blanchett, Esther Tusquets, Isabelle Huppert, Celia Freijeiro (ejemplos que no se valen porque esta lista sería super larga puestos a hacerla.)

- Lo contenido o lo desbocado, nunca o casi nunca el maldito y mediocre término medio. Lo radical (que viene de raíz.)

- Los detalles que la gente no controla. Me gusta ver conducir entre otras cosas por observar esos movimientos que por la atención o la inercia de la persona que conduce, no imposta en lo más mínimo.

- Galicia. Madrid para vivir (no obviamente sus políticos.)

- Cada vez más y aunque no tenga suficiente conocimiento como para aseverarlo y defenderlo bien, la anarquía y el comunismo (real, no las dictaduras a las que se les ha puesto ese nombre).

- Las manos de la gente que me gusta.

- La gente recién salida de la ducha, que con el pelo mojado y sin nada más que vestirse, sale tal cual a la calle.

- El sorprendente aun para mí, contacto físico de las pocas personas que me gustan o quiero. Esa sensación de "algo vivo entre las manos" que aún me sorprende.


Me ha servido la terapia, ya estoy más tranquila y más normal.