Siento pánico, no lo puedo evitar.. Único límite que se me ocurre al que acogerme: ser (transformarme) en mi mejor versión, desde ya y en todo (al menos en todo lo que pueda repercutir en lo que tengo en la cabeza), con el aliciente y motivo urgente de mercerlo de verdad, de no echar a perder la oportunidad, de además así no desesperarme en la vaguedad y deformidad del término medio, de mi imperfección, de mi conciencia inconfesable y profunda de no valer (en todo lo que me gustaria como me gustaría) de verdad, encontrar el máximo equilibrio y libertad en la perfección, en la máxima que yo pueda alcanzar, porque es un límite, un sitio fijo y concreto, buscarlo con equilibrio, rigor y constancia, para tener la calma (ahora y siempre) de que que al menos he aprovechado al máximo de mis posibilidades la oportunidad, y que realmente aunque lo vea casi imposible, no se me escape. Ser de verdad como habría de ser para merecerlo. Que libre y tranquila estaría..