sábado, 30 de enero de 2021

Algunas cosas a partir de hoy

 Algunas cosas elementales para mejorar mi vida:

- Formarme en cosas que me gustan y en cosas de las que pueda trabajar gustándome.

- Sacarme el carné de conducir.

- Comer lo justo, sano (en general) y vegano.

- Abrirme.

- Olvidar en la medida que quiero que existe eso que llaman "la familia" (de sangre). Y olvidarlo del todo en todo lo que no esté directamente relacionado con ellos.

- No perder el tiempo. 

- Ver poca tv, que te baja a mínimos y adrede la claridad y energía vital.

- Esforzarme más en casi todo, también en tener buen ánimo como norma general.

- No posponer las cosas que he de hacer porque se convierten en un lastre.

- Ser libre o en su defecto hasta que llegue a saber o ser capaz de serlo cien por cien, optar por las opciones que me hagan sentir más liberada.


miércoles, 27 de enero de 2021

"Encuéntrame" de André Aciman

Recomiendo fervientemente y con todas mis fuerzas y ahínco este libro, bueno en realidad los dos aunque uno de ellos ya lo hice. De André Aciman "Llámame por tu nombre" y la segunda parte "Encuéntrame". Acabo de leer el segundo y me ha encantado. Para volver a leerlos ambos.

Para muestra infinitamente más elocuente que lo que pueda decir yo:

"La música no da respuesta a las preguntas que no sé plantear. No me dice lo que quiero. Me recuerda que todavía puedo estar enamorado, aunque ya no estoy seguro de saber qué significa eso, estar enamorado. Pienso en gente todo el tiempo, sin embargo le he hecho daño a más de la que me hubiese gustado. Ni siquiera puedo decir qué siento, aunque sigo sintiendo algo, incluso si no es más que una sensación de ausencia y pérdida, o de fracaso, insensibilidad o total desconocimiento. Hubo un tiempo en que estaba seguro de mí mismo, creía que sabia cosas, que me conocía a mí mismo, y a la gente le gustaba que me acercara a tocarlos cuando irrumpía en sus vidas y ni siquiera preguntaba o dudaba que fuese a ser bienvenido. La música me recuerda lo que debería haber sido mi vida. Pero no me cambia.

Quizá -dice el genio- la música no nos cambia tanto ni el gran arte nos cambia. Lo que hace es recordarnos con quién, a pesar de todas nuestras quejas o negaciones, hemos sabido siempre que estábamos y estamos destinados a quedarnos. Nos recuerda los hitos que hemos enterrado y escondido y luego perdido, la gente y las cosas que nos importaban a pesar de nuestras mentiras, a pesar de los años. La música no es más que el sonido de nuestro arrepentimiento dentro de una cadencia que despierta la ilusión de placer y esperanza. Es el recordatorio más seguro de que estamos aquí durante poco tiempo y hemos descuidado o traicionado nuestra vida o, peor todavía, hemos fracasado al vivirla. La música es la vida no vivida. Has vivido una vida equivocada, amigo mío, y has dejado casi inservible la vida que te fue dada para que vivieras."

Santo cielo, qué exactitud...



lunes, 25 de enero de 2021

Test


El otro día oí o leí por primera vez el término "ansiedad o fobia social". Me he hecho un test por internet (aunque no me fio mucho de ellos nunca porque siempre pienso que dependiendo a lo que atiendas muchas veces la respuesta puede ser una u otra) y ese ha sido el resultado: 79%. De 0% a 33% es normal, de 33% a 66% miedo social, y de 66%a 100% fobia social. No me sorprende nada en realidad.


jueves, 21 de enero de 2021

Bienvenido

 Hace unas pocas semanas me acordé de un muñeco que nos regaló mi madre cuando éramos pequeñas. Que ahora recuerde fue el único que compró ella, que con lo que debía sobrarle del dinero que mi padre le daba justo para la compra de la comida semanal, eligió por su iniciativa y decidió comprarnos, algo que no pasaba nunca, que aunque desde fuera no se pueda entender, fue una pequeña valentía de su parte. Se le daba cuerda y movía la cabecita, los brazos y el arco del violonchelo a la vez que sonaba. A veces nos lo ponía cuando venía a despertarnos, para hacernos más agradable el despertarnos que en general no nos gustaba y para ella también sería un rollo porque tardábamos en levantarnos. Ojalá (seguro que no) haya funcionado a la altura de lo que merecía su tierno intento. Cuando me acordé de él me dio pena, el muñeco y mi madre. 

Hoy he bajado a comprar y al pasar por delante de los contenedores estaba un muñequito casi igual, en una tapa de caja de cartón en el suelo aparte. He tirado rápido la basura, lo he cogido, no he ido a comprar, me lo he llevado a casa y lo he limpiado y desinfectado. El mismo muñequito, disponible en el momento que yo bajaba, cuando había pensado hace poco en él, separado (salvaguardado) en el suelo, a la puerta de mi casa, en la otra punta de España.



miércoles, 20 de enero de 2021

Bucles

 Me desespera y da esperanza a la vez, la manera que tiene la música de la canción de entrarme. La ansiedad (sensación de necesidad vital) que me provoca de algo (en realidad de vivir) me desasosiega y a la vez me crea placer, y ahí me quedo, en blucle y paralizada, acunándome/regodeándome no sé muy bien qué, si en la parte de placer que tiene el desasosiego que me provoca; si en realidad me quedo ahí paralizada por no saber ni tener valor de pasar de ahí, de ese punto; o si es en la esperanza que me crea ver ese pequeña chispita cuando aparece y que me recuerda que aún tengo capacidad de soñar. Y ahí me aferro todo lo que puedo, y por eso oigo milcien veces cualquier canción (o cosa) que me lo provoque, como una infantil que no está preparada aun para salir de ahí, como si mi no salir de ese bucle que hago yo lo más largo posible, parara el tiempo, creándome la ilusión de que también se para en la realidad y no sigue pasando la vida sin ser yo como quería ser.