martes, 4 de agosto de 2015

Día 1/4 de semiayuno: Cumplido.

- desayuno: café con leche largo de café y sin azúcar que es como lo tomo siempre.
- comida: lata de coca cola light.
- cena: un vaso de té al limón (té falso de estos tipo lata en botella pero light)

No voy a comer nada más porque en estos momentos sólo hay cebollas y kiwis en mi casa y no es tentador, no me ha costado demasiado, más que nada me apetecía comer por distraerme, pero ni por hambre (cero en todo el día) ni por ansiedad (a ratos la he tenido pero no demasiada, mucha menos que en otras ocasiones.) Lo hago un poco, no sólo pero en buena parte, como palanca, para tener un sitio en que apoyarme, donde dirigir mi energía y así no dejar que otras cosas desequilibren el otro lado de la balanza, como contrapeso, y sirve, algo al menos, bastante incluso. Aparte de que he leído que es bueno etc etc (aunque la verdad no con las cosas que estoy metiendo tipo refrescos..) pero estoy convencida que aún así es bueno. Mi nivel de cansancio es igual a cero.

Para estar entretenida por la tarde, me he dedicado a hacer el maruja, ordenar a fondo, poner una lavadora, comprar cosas que me faltaban de la casa y comprar un espejo grande que el que tenía lo tenía roto desde hacía casi un año de la pereza que me daba tirarlo sin que se me haga ñicos de camino a la basura y cargar con otro nuevo hasta casa, pero lo he hecho también por si me estaba dando mala suerte (no me lo creo para nada, ojalá fuera eso) y por si eso de mirarme cada día en un espejo que me refleja doble por donde está roto y que tengo que buscar un rincón que no esté roto, inconscientemente me agobiaba un poco, no lo había pensado y me he dado cuenta cuando he visto que fácil y agradable es mirarse en uno entero.

Así de apasionante ha sido mi día.

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