Hoy estoy animada.
He dormido con mi novia (esa palabra que no le gusta y a mi tampoco o al menos no la uso ni pienso pero que en cierta medida me hace gracia utilizarla a veces para vacilarle un poco y en el fondo también porque me impresiona placenteramente el poder usarla, yo que nunca o casi nunca aunque hubiera querido, podía utilizarla, y esa constatación de la realidad que a veces aun no me creo, me gusta). Siempre se levanta de buen humor, me bromea, me vacila y me hace reír, incluso si tiene un día malo al despertar está de buen humor, la mayoría de días. Tiene de los mejores despertares que se pueden pedir.
Me he ido a descolgar una exposición, y me han convencido (sin esfuerzo) de que me apunte a un taller de autoconocimiento, se hace en varios días y aunque me da miedo pasar vergüenza porque esas cosas con poca gente (unos 15) y de interactuar me incomodan bastante, me he apuntado, porque me apetece, me interesa bastante y para retarme a mi misma. Autoconocimiento en varios aspectos y organizado por una organización lgtbi de aquí (más aliciente).
Al llegar a casa me he apuntado a un curso online oficial que se llama "Competencias digitales avanzadas" y por la tarde-noche me iré al cine con ella, que aquí es casi un milagro poder ir porque hay muy poco cine, apenas las pelis más comerciales y encima dobladas, pero por suerte hay una pequeña filmoteca que pasan tres pelis a la semana en versión original. Luego cenaremos con sidra y dormiré en sus brazos, esos que el otro día me hacían pensar que hiciera lo que hiciera ella, por "malo" que fuera, recordándolos no podré dudar nunca de lo buenísima que es, no podría tener ese contacto físico si no lo fuera. Me levanté ese día pensando que había descubierto que con el contacto físico ves más lo bueno que es alguien que con su relato de vida, que incluso con sus opiniones o acciones. Imposible que no sea buena (nunca lo he dudado) si sus brazos y sus manos abrazan y acarician así.

(Me ha traido estas galletitas :))