miércoles, 27 de enero de 2021

"Encuéntrame" de André Aciman

Recomiendo fervientemente y con todas mis fuerzas y ahínco este libro, bueno en realidad los dos aunque uno de ellos ya lo hice. De André Aciman "Llámame por tu nombre" y la segunda parte "Encuéntrame". Acabo de leer el segundo y me ha encantado. Para volver a leerlos ambos.

Para muestra infinitamente más elocuente que lo que pueda decir yo:

"La música no da respuesta a las preguntas que no sé plantear. No me dice lo que quiero. Me recuerda que todavía puedo estar enamorado, aunque ya no estoy seguro de saber qué significa eso, estar enamorado. Pienso en gente todo el tiempo, sin embargo le he hecho daño a más de la que me hubiese gustado. Ni siquiera puedo decir qué siento, aunque sigo sintiendo algo, incluso si no es más que una sensación de ausencia y pérdida, o de fracaso, insensibilidad o total desconocimiento. Hubo un tiempo en que estaba seguro de mí mismo, creía que sabia cosas, que me conocía a mí mismo, y a la gente le gustaba que me acercara a tocarlos cuando irrumpía en sus vidas y ni siquiera preguntaba o dudaba que fuese a ser bienvenido. La música me recuerda lo que debería haber sido mi vida. Pero no me cambia.

Quizá -dice el genio- la música no nos cambia tanto ni el gran arte nos cambia. Lo que hace es recordarnos con quién, a pesar de todas nuestras quejas o negaciones, hemos sabido siempre que estábamos y estamos destinados a quedarnos. Nos recuerda los hitos que hemos enterrado y escondido y luego perdido, la gente y las cosas que nos importaban a pesar de nuestras mentiras, a pesar de los años. La música no es más que el sonido de nuestro arrepentimiento dentro de una cadencia que despierta la ilusión de placer y esperanza. Es el recordatorio más seguro de que estamos aquí durante poco tiempo y hemos descuidado o traicionado nuestra vida o, peor todavía, hemos fracasado al vivirla. La música es la vida no vivida. Has vivido una vida equivocada, amigo mío, y has dejado casi inservible la vida que te fue dada para que vivieras."

Santo cielo, qué exactitud...



No hay comentarios:

Publicar un comentario