domingo, 19 de enero de 2020

Aitana Sánchez-Gijón y Rosalía de Castro


Esta mañana me ha enviado este vídeo una amiga. Me ha encantado, el poema (de Rosalía de Castro) y ella, cómo de bien lo recita, que expresiva, dulce y verdadera, y sobretodo lo que emana ella, su persona, incluso más allá de lo que está recitando. Qué cálida, qué buena, qué acogedora, qué generosa, dan ganas de que te dé un abrazo y te proteja en su calidez. El poema es así de precioso:

Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
De mí murmuran y exclaman:
Ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.

Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Con la eterna primavera de la vida que se apaga
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.

Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?

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