Pereza de ir mañana a trabajar

He tenido nueve días de vacaciones y mañana he de volver a trabajar, no me apetece NADA DE NADA. Me dá una pereza tremenda, no me apetece nada de nada hablar con los malditos clientes, a cada "hola" que me dicen estoy sulfurando internamente malas palabras contra ellos, en su "hola" veo ya todo lo que pretenden y lo siento pero los desprecio con todo mi alma, sólo con su saludo, con su tono, antes de que digan nada, les calo hasta las trancas sus intenciones mediocres y repetitivas hasta la saciedad, como pueden ser todos tan iguales, los que se hacen los simpáticos para que les hagas algo que saben que no se puede y viven en no sé que mundo de yupis que creen que se pueden saltar las normas porque a mí me caiga bien o mal; los que hacen ver que están muy cabreados porque han leído por internet que si te haces el cabreado en los sitios te devuelven las comisiones y los pobres encima son super malos actores; los que se hacen los listos para que te sientas insegura como si con eso vayan a conseguir algo más que alargar la llamada, como si vayan a conseguir aun si te hacen dudar cambiar las normas del banco, como mucho te harán levantarte a preguntar y venir con la misma respuesta que les has dado antes, pero no, ellos creen que vá a colar porque han puesto un tono muy imponente y serio..; los que se creen muy guays y rebeldes y únicos y excepcionales (mientras que el raro es el que no lo dice) por decir que si no le devuelves la comisión (aplicada bien según su contrato) se van a ir del banco con su cuenta (en negativo o con dos euros si hace falta) a otro lado, son tan inocentes por no decir bobos redomados de pensarse que diciendo eso vas a mover tierra y mar por cumplir sus deseos, como  si te fuera a ti algo en ello; los que solo por ver que te coge el teléfono una tía te tratan como si fueras tontita en el mejor de los casos; los que se sienten muy vips por tratarte como si fueras su secretaria por no decir otra cosa; los que te hablan chillando y de malas maneras (mínimo el 70% ) y luego en su oficina presencial van como corderos con las orejas gachas de modositos, ajjjjjjjj como los odio a todos juntos!!!! voy a frenar la descripción que me estoy impregnando de ellos sin necesidad alguna, lo siento pero es que los odio, encima yo que odio hablar tener que pasarme el día hablando.. Se siente tanto odio concentrado, no penséis mal de mí que soy maja en realidad, pero es que son muuuuuuuuuuuuuuuuuchas llamadas una tras otra y todas iguales y la inmensa mayoría de gente habla desagradablemente (en ningún otro trabajo lo he visto, será por que no les ves la cara que se dan esa cobarde licencia..) y igualmente no penséis mal tampoco que pese a mi odio interno, soy amable evidentemente, jamás salgo de mis casillas -además les dá mucha rabia que no te pongas a su altura a berrear, es lo que quisieran- y hago muy bien mi trabajo. Estoy en un servicio que haces lo mismo que en una oficina física prácticamente, operativa de todo tipo, sólo que cobrando tres veces menos que una persona de oficina, que eso también ayuda a que sea tan guay ir a trabajar.

Bueno, por este alentador panorama, es que no me apetece nada ir mañana, tampoco me apetece tener que interactuar con los compañeros, la que se sienta a mi lado es maja y hasta cariñosa conmigo a veces y todo, pero a veces me apetece estar a mi bola y casi siempre hemos de estar hablando más de lo que muchas veces me apetece, y encima (no es que lo haga mucho pero suficiente como para que me moleste y sea uno de los motivos por los que no me apetece ir mañana,) me observa, mientras hablo por teléfono o lo que sea, y me siento super incómoda porque encima no le puedo decir ¿que pasa?¿porque me miras así? Odio que me observen, y sobretodo determinadas maneras de observar, como si ellos (no hablo de esta compañera ahora) fueran tan perfectos que tu no pudieras responderle su mirada con otra al menos igual de crítica que la suya con motivos.

También (no sé porque me estoy enrollando tanto) me dá especial pereza ir mañana porque está de vacaciones dos semanas (le controlo el cuadrante) la única persona que me hace la estancia ahí con algo que merezca la pena, y eso que merece la pena es simplemente poder observarle de vez en cuando. Tiene para mí un atractivo enorme, es la personificación de la idea de las mujeres que tengo en mi mente que me gustan, no es que tenga un estilo de persona en concreto que me guste, pero si hubiera uno (que no lo hay) ella sería perfectamente su dibujo, lo ví desde el primer momento que le ví. Vino con más gente hace unos dos meses de otra campaña porque ampliaron la mía y necesitaban gente con lo que trasladaron a algunos de otras a la mía, a ella entre ellos para mi fortuna. Apenas hemos hablado, pero me gusta realmente poder verle, que esté, poder observarle de vez en cuando aunque apenas lo puedo hacer ni lo hago porque me dá pavor que me pille. Las poquisimas veces que hemos hablado soy incapaz de no ponerme roja como un tomate, me impone demasiado, de lo mucho que me gusta simplemente. De estas personas seguras de sí mismas, con personalidad. Cuando digo "gustarme" sólo digo eso, me gusta y me parece super atractiva y interesante, pero en absoluto se me pasa por la cabeza nada más que como máximo (que tampoco me lo propongo porque además con lo tímida que soy opto por parecer una antisocial que no habla antes que una simpática o una normal y estar sufriendo mientras me relaciono, no es que lo elija, es que no me sale de otra manera) pero decía que como mucho aspiro a que, con suerte quizás a la larga como compañera de trabajo le caiga bien, aunque hablemos poco y todo, con eso tengo más que de sobras, ni se me ocurre pasárseme por la cabeza nada más, ni lo pienso ni lo necesito, me basta y me sobra con poderle observar, que esté ahí, y que de vez en cuando me dirija la palabra y/o esté esa posibilidad. Para mí es lo normal, pero lo aclaro porque la mayoría de ente si dices que te gusta alguien ya se piensan que te gustaría algo con esa persona, y yo para nada, más bien doy por supuesto que es imposible siempre, además que en muchos casos como este ni lo necesito, pero aun en casos que si lo pueda desear no me lo planteo, doy a priori por hecho que es imposible, lo veo como platónico de antemano y lo asumo felizmente (o no tanto algunas veces).

Bueno, no era mi intención explicar tanto mi desinteresante trabajo, quería poner que he comido más de la cuenta para mi objetivo pero sin sobrepasarme excesivamente. Me he pesado esta mañana y se me ha caído el alma al suelo, pero bueno, será de aquí para abajo, estoy mentalizada.