A su tierna pequeña impaciencia y preocupación ya conmigo de que no se pase la hora (las 23.55h) para a las 0.00 h felicitarme y traerme una tarta riquiiisima con dos velitas a la cama. Por traermela como me la trajo, de la forma más cálida que se puede traer, por tomarla con vino en la cama conmigo. Por cantarme por el pasillo "hoy cumple mi niña un añito más.."
Quiero a su corazón queridísimo en una postal, por primera vez escrita con sus adoradas manos (no soy superlativa), con su letra que no conocía muy bien. A su amor, el que me tiene en concreto, suyo, de su corazón, a su valentía de expresarse en una postal escrita a mano directamente para mí, a la certeza que tengo que lo que me dice en ella es verdad, por esperar a decir las cosas. A lo que me dice en ella que me costaba leerlo seguido. Será un trocito suyo, físico de alguna forma, que tendré cerca mío aunque ella esté lejos a veces. A su sobre cuidado hasta el cierre.
A su regalazo, dos días en el mar, porque sabía que me apetecía mucho, porque después de casi dos décadas sin meterme en el mar por no ponerme en bañador o bikini, me meto, gracias a ella, a su forma de mirarme, de verme, de hacerme sentir real, de ayudarme a sentir cada vez más libre, por encima de la opinión de la gente, visible (que se puede ver), parte de la vida y no espectadora condenada a sólo ver y no vivir. Por verme guapa, por filmarme, por jugar conmigo a las palas, pararse, mirarme y decirme que qué buena estoy (aunque yo no lo vea así). Quiero a cómo ideó presentarme su regalo, cuidando cada detallito cuando el regalo era tal que no era necesario, y aún así lo hizo, con amor y ilusión.
A su paciencia conmigo, con dolor a veces, a su generosidad dando, le quiero por acariciarme, por las cosas que no puedo contar aquí, por cogerme en la cama la cabeza/cara con las dos manos y permanecer así.
A su regalazo, dos días en el mar, porque sabía que me apetecía mucho, porque después de casi dos décadas sin meterme en el mar por no ponerme en bañador o bikini, me meto, gracias a ella, a su forma de mirarme, de verme, de hacerme sentir real, de ayudarme a sentir cada vez más libre, por encima de la opinión de la gente, visible (que se puede ver), parte de la vida y no espectadora condenada a sólo ver y no vivir. Por verme guapa, por filmarme, por jugar conmigo a las palas, pararse, mirarme y decirme que qué buena estoy (aunque yo no lo vea así). Quiero a cómo ideó presentarme su regalo, cuidando cada detallito cuando el regalo era tal que no era necesario, y aún así lo hizo, con amor y ilusión.
A su paciencia conmigo, con dolor a veces, a su generosidad dando, le quiero por acariciarme, por las cosas que no puedo contar aquí, por cogerme en la cama la cabeza/cara con las dos manos y permanecer así.
Gracias mi amor
Qué hermoso. Disfruta del amor...y felicidades por el cumpleaños.
ResponderEliminar¡¡¡Muchísimas gracias!!! Un beso!
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