viernes, 24 de febrero de 2023

Hoy

Hoy:

He soñado que estaba yo en un baño público, le oía inesperadamente hablar fuera y salía disparada para encontrarmela, con los cordones desatados de una bota y todo para que no se vaya. Cuando me veía se sorprendía y alegraba, me abrazaba (nos abrazábamos) y me decía "mi cariño" varias veces y luego "mi cielo" varias veces también (no es realista, era mi profe y era yo la que estaba enamorada). Luego me decía que no me entretenía que seguro que tenía prisa. Yo le decía que no, y me regalaba su contento, su interés y disposición, haciéndome un gesto para retirarse conmigo hacia un banco y ponernos al día. Con el regalo de su amable alegría y disposición me desperté y calenté el corazón unas horas. Más de 20 años después de conocerle y enamorarme de ella.

Luego he ido a una ciudad que me gusta, sola que también me gusta, a hacer algo que me gusta, y vengo en el bus pensando que no encuentro mi lugar en ningún sitio, ni mi lugar ni la forma de encarar ni construir mi vida. Me siento en pañales.

martes, 7 de febrero de 2023

"Yo te esperaba con mucha expectación"

Oyendo música en youtube ha sonado una canción de Tacones Lejanos. He visto esa peli un par de veces, en cine, y no sé por qué extraño motivo la recuerdo sólo vagamente, habiéndome gustado mucho, teniendo yo buena memoria, y habiéndome pasado esto las dos veces que la he visto: olvidarme casi del argumento (y eso que es potente por lo poco que recuerdo) y casi sólo acordarme de una escena y su diálogo literalmente. 

Podría decir que tal como la percibo yo (aunque no lo vaya a explicar) es de las que mejor resumen cómo en lo más profundo me siento en el tema "amor", incluso contra toda lógica quizás a veces, quiero decir incluso contra mi supuesta historia a veces. Cuando llega la madre al aeropuerto, y se decepciona porque no hay prensa esperándole a su llegada al país después de muchos años fuera y le dice a la hija que qué poca expectativa para su llegada, y la hija que le ha ido a recoger de sorpresa le dice "yo te esperaba con mucha expectación". No sé por que profundísima razón me identifico y emociona tanto cada vez que la recuerdo, en mi caso referente a relaciones de pareja, enamoramiento o similares (NO familiares). Incluso su forma verbal, en pasado pisado, en pasado vapuleado e irreparable y encima para colmo persistente. Es probablemente la sensación más inamovible y profunda que tengo en ese tema, con la que más me identifico si tuviera que elegir una, o al menos la que siempre está, en el fondo o (la mayoría de veces) a flor de piel, aun si mi historia alguna vez ¿? ha explicado otra cosa.

"Tacones lejanos" en #MarzoTodoAlmodóvar - YouTube


domingo, 5 de febrero de 2023

Hacerme horarios

Me he dado cuenta que uno de mis grandes handicaps para hacer cosas en la vida -no me refiero solo a grandes cosas, muchas veces también las aparentemente sencillas y hasta cotidianas- es la sobreestimulación emocional que me producen las cosas. Mis días con suerte (con mucha suerte) dan para una cosa, admiro profundamente la gente que hace varias cosas en un día, que aprovecha el ratito que le queda libre para hacer ese otro plan, a mí el pre-, el durante y el post de hacer algo (casi cualquier cosa) me deja exhausta, como para encima luego pasar por lo mismo para un segundo plan o hasta tercero, reviento. 

Pensar en lo que voy a hacer (no hablemos ya si implica quedar con gente); hacerlo en el caso de que me atreva a no evitar sentir esa sobreestimulación; y después la resaca de haberlo hecho y de encima pensar (sobrepensar) en ello. ¿Cómo hace la gente para hacer las cosas ligeramente? en serio me admira, y para luego no darle ni media vuelta, que eso tampoco me gustaría por que se parece quizás demasiado a no vivir (no pensar en lo que se ha vivido es casi como no vivirlo, o no sirve de nada interesante, al menos para mí), pero todo ese proceso me agota, me deja sin energía para hacer nada más, mi día ha sido para hacer eso, mi día con suerte para hacer esa única cosa, acabe a la hora que acabe generalmente. Otras cosas incluso me requieren días de preparación psicológica y días de resaca de no hacer nada en absoluto más que pensar y pensar, inmóvil literalmente por fuera y a estallar por dentro. No es que no quiera hacer esa tarea básica, es que casi literalmente no puedo (o así lo siento). Teniendo en cuenta esto, no me extraña que procrastine tanto, que evite tanto y que sea tan lenta, me está consumiendo (para bien o para mal) cada detalle del proceso. 

Todo esto era para decir que no sé como lidiar con ello, porque la verdad es que me angustia bastante, la vida me dará para hacer la décima parte de las cosas (con suerte) que las que haría si no me requiriera tanta energía y tiempo hacer cada cosa. He pensado que hacerme horarios me podría venir bien, para centrar mi energía en cumplir lo que he decidido, en ponerme autómatamente a hacer lo que sea, evitando así perder tiempo y energía en temer la energía emocional que me va a suponer, en sopesar inconscientemente si me merece la pena o no gastarla y además decidir muchas veces que no por eso. Eso para ponerme a hacer las cosas; y para después no sobrepensarlas, intentar colocar mi mente en cómo sé que es la mente de la gente, de una cosa a otra, con ligereza, sin más, sin pensar. Ahorrarme esa "agonía" absurda.

Para hoy:

- hacer la cabeza de esa muñeca.

- hacerme horario para mañana.

Con eso me contento.

Me superidentifico.