domingo, 21 de agosto de 2022

1 añito

Hoy hace justo un año decidí aprender a dibujar (bien). De pequeña me gustaba mucho y se me daba bastante bien, siempre decía que de mayor quería ser pintora y que tendría un museo. Después, para variar, consiguió eso que se supone que es mi padre, fastidiarme profundamente mi gusto por ello, odiar la relación yo-pintura por su puñetera culpa y hasta huir y renegar de ella. Lo eligió como forma de encasillarme, de mientras le convenía manipularme a su conveniencia, a cada una de las hermanas le encasilló en algo, de gustos, de forma de ser, de todo, no se enteraba ni de zorra ni estaba en nada y se creía que lo sabía todo, o peor aun, no es ni siquiera que creyera que lo sabía todo, que también, sino que creía que lo que él quería iba a conseguir crearlo por su simple manipulación, o simplemente convencernos de que era así, actuando según lo que a él exclusivamente le convenía y resultaba cómodo en cada momento. 

Así que durante la adolescencia hasta el momento de elegir la carrera, por su conveniencia y comodidad (no por mí), según le daba la maldita vena, sin un 0,001% de interés de si a mí realmente me gustaba/seguía gustando/apeteciendo en ese momento o no, me imponía (como lo imponía todo) dibujar, mirar libros enciclopédicos de arte de su gusto en su horripilante y sola compañía, en la mesa que él quería, el momento del día que él quería, el día que le rotaba como un pegote en medio de mi día sin importarle si era buen momento o no para mí, si estaba haciendo algo o qué, y el rato que le daba por ahí (para mirarlo bien había que estar horas delante de cada maldito libro), siendo para mí terrorífico y eterno cada segundo que había de pasar así, callada, incómoda hasta más no poder, impotente, mirando las páginas sin ver nada más que el espanto contenido en mi cuerpo y las ganas de salir corriendo, obligada y sumisa hasta más no poder por fuera y rabiando hasta más aún por dentro. Aun lo escribo y me revienta la rabia en la garganta. Sólo son ejemplos de tantos otros y de cómo era absolutamente todo. Por su jodida imposición -sin ningún sentido ni preocupación real por mí- de meterme el arte (el arte no, lo que a él le convenía) por donde cupiera solamente como forma de control y comodidad para él, es que le cogí manía, aberración casi, a dibujar y a la relación yo-dibujo/pintura. Lo último que quería era acercarme a esa visión de mí, tan sesgada y absolutamente ciega como lo era en todo la suya. 

Además cuando llegó el momento de elegir carrera, insinuó (con una simple y única insinuación bastaba en esa cárcel para que no se hiciera) que no eligiera la carrera de bellas artes, que había de ser algo que me guste pero que me sirva de algo. Una vez más se delató, su interés en que yo indagara o creciera en algo que inicialmente me gustaba era cero, solo lo utilizó a la medida que le dio la gana mientras le convenía a él para sus intereses, es decir el control -abusivo- para su simple y mediocre comodidad.

Empecé Pedagogía y lo dejé y me piré de casa (lo mejor que he hecho en mi vida), pero durante años, hasta hace un año, aun renegaba de la maldita relación pintura/yo, por el rechazo a ello que me había dejado en el cuerpo y porque por nada del mundo quería que pudiera parecer que su encasillamiento de mí tenía algo de razón. Aunque supiera que realmente no tiene nada que ver mi gusto real por ello con el interés que había detrás de su encasillamiento, que en lo último que pensaba era en lo que a mí me gustaba o no. Además sería una pérdida mía si por culpa de lo que maltrató y casi mató, renunciara de por vida a algo que me gustaba de verdad. 

Hace un año decidí aprender a dibujar, por que por fin, no sé cómo ni por qué, he sentido nuevamente, después de más de dos décadas se podría decir, ganas y sobre todo ilusión por dibujar, una ilusión tan fuerte que no permite por ningún lado, ni el lado más idiota y subconsciente de mi cerebro, acordarme de esa maldita contaminación que hizo de algo real en mí. Siento ilusión propiamente por ello y afortunadísimamente se mantiene. A ratos me hago cruces de haber encontrado algo que me hace hasta feliz, algo que dependa de mí, a lo que pueda dedicarme, que me gusta mucho y me realiza y realizará espero mucho más. ¿He encontrado mi camino? no me lo puedo creer aun muchas veces, aun lo digo con cierto miedo a que pierda la ilusión que tengo ahora, pero no lo creo.

Este año pasado me he sacado un certificado de profesionalidad de diseñadora gráfica, que no tiene mucho que ver pero me viene bien como complemento. Y ahora sólo quiero dedicarme a hacer de las artes plásticas mi modo de vida, de momento centrándome sobre todo en el dibujo, pero me interesan muchas otras cosas también que tengo esperanza de poco a poco ir aprendiendo. He decidido que nunca más volveré a trabajar de algo que no tenga que ver con esto, si me tengo que poner a dibujar en la calle y vender los dibujos o lo que haga en la calle, antes hago eso que volver a trabajar de algo que odie como lo que he estado haciendo hasta ahora, que te consume las horas del día, de la vida y la energía. Sin plan B. Además estoy pensando (y currándome) el hacerme autónoma, aunque no me gusten nada algunos aspectos de ello, pero en general me compensa sin duda. Sin jefes, de lo que a mí me guste y quiera, sin más horarios que los que yo me ponga a mí misma, y desde la parte del mundo que yo quiera. La ostia. Y como mi escala de valores la tengo muy clara, sin riesgo de "vivir por el trabajo" como les pasa a muchxs autónomxs, que además aunque sea trabajo, como me encanta, lo disfrutaré. No me puedo creer que tenga un plan de vida incipientemente dibujado que me encante. Además por supuesto y sobre todo me voy a formar en bellas artes todo lo que pueda. 

Bueno, ya sé que nadie habrá leído este rollo, ni yo soy capaz de releerlo, lo he escrito por necesidad personal, para haberlo desahogado ya, pero no porque a día de hoy mientras dibujo y me ilusiono con ello haya ni remotamente algo de todo este rollo en mí, afortunadamente. 

Mi antes y después (sin clases, más que unas sueltas que ni cuento) en un año, de 21/08/2021 a 20/08/2022, espero este año mejorar mucho más.


A lápiz
     (Los quito por si acaso)

Con carboncillo y tiza azul, gris y blanca.


Feliz aniversario M....ita


martes, 16 de agosto de 2022

Desahogo

Todo el rato, ridículamente, tengo dos palabras en la mente: tocada y hundida. K.O. Echa polvo. No me ha pasado nada, es como me deja la vida social intensiva. Volví el domingo por la tarde y aun estoy descompuesta. Llegué a pensar que no iba a aguantar, me parecía a ratos literalmente imposible, que me iba a tener que coger un autobús y hacer pasar un mal rato a mi carita/refugio, de hecho la miraba durmiendo para ayudarme a aguantar y no hacerlo. Lo aguanté al final pero decididamente no me compensa el esfuerzo, no lo conseguiré jamás y seguramente dejaré de intentarlo, con todo lo de vida que por desgracia también (aunque sea a veces) pierdes con ello. Pensé que si estuviera obligada a tener vida social estrecha a menudo, no lo soportaría, me pegaría un tiro. "Cómo me cuesta vivir" era la frase que tenía casi todo el rato en la cabeza, qué montaña en pendiente continúa es. 

Llevo aun todo el caos que me deja dentro, toda la hasta inflamación, sólo quiero casa, estar a solas (o en el refugio de sus brazos a solas), dormir, dibujar y ayunar; ayunar como forma de limpieza/arrase o, como dice mi Alejandra Pizarnik mucho mejor, como forma de reducirme a la verdad (nadie ha explicado mejor qué buscas/ansías en el fondo de todo cuando lo haces); dormir como forma de entrar casi en coma; y dibujar, como forma de aislarme concentrándome obsesivamente en mí, es decir en este caso, concentrándome obsesivamente en huir de todo. Dos días después aun estoy dispersa, con la cabeza como un bombo y sin poder hacer casi nada. A ver si escribiendo me ubico un poco, a partir de ya, a partir de mañana...


jueves, 11 de agosto de 2022

Reglas a recordar

 Tengo 3 días casi por delante de vida social continua (convivir). Para una tía con fobia social a la que cada segundo (literal) de vida social le cuesta conscientemente, es demasiado, pero como me apetece pasármelo bien, no sufrir y disfrutar voy a escribirme para recordarlo las reglas básicas. No olvidar aunque en teoría lo sepa de sobra:

- Disfrutar, de las cosas reales que me rodeen y que me gusten: si hace luz, si el paisaje es bonito, si en la gente hay cosas bonitas, lo buena que está la comida siempre, lo fresquita que está la cerveza etc.

- No intentar gustar. Es decir, no intentar no caer mal, no intentar no parecer aburrida -por poco habladora-, borde, seria... intentar estar lo más naturalmente posible, estar lo más cómoda que pueda y darle ninguna importancia a cómo me vean los demás, de forma de ser, de estar o incluso físicamente. Recordar: no pasa nada, no es tan grave, tu esfuerzo no serviría de nada, en el mejor de los casos jamás compensaría, y menos tendría sentido, al revés.

- Relajarme, pensar que de 1000 que siento yo por dentro, se nota 50 como mucho. Eso me digo y espero.

 Prestar atención a la gente, verla como real, no estar sufriendo tanto que pierden hasta la realidad, solo son una incomodidad contra la que luchar, en lugar de personas con cosas valiosas todas que hasta me servirían seguro si fuera capaz de estar realmente.


sábado, 6 de agosto de 2022

Día 4

Hago esto de escribir cada día porque, paradójicamente, la obligación de escribir me da libertad, libertad para escribir sin necesidad de que sea algo 'con suficiente sentido' como para convertirlo en post, aprovechar la "obligación" para hablar de las naderías que me apetezca. Me sirve actualmente que no escribo, cuando escribía más a menudo lo hacía sin pensar en si merecía la pena o no, sólo por que lo necesitaba, pero ahora que hace tanto que no lo hago y que sobre todo he perdido la libertad de escribir porque hay gente que me lee que me conoce, si no lo hago así no lo hago, así que contra esos obstáculos, mi auto obligación será (espero) mi pequeña salvación.

De todas maneras, como me da cierto apuro escribir cada día no sé muy bien por qué, quizás escriba para mí y al final de por ejemplo la semana en un solo post lo publique todo, para que igualmente, quizás cuando me muera o dentro de unos siglos, alguien lo lea y descubra en mí un valor (inconmensurable) como el que  (con toda la fuerza de mi existencia) en el fondo de mi ser querría llegar a tener alguna vez.

viernes, 5 de agosto de 2022

Día 3

Dibujar, hacer unas 6 horas de una formación online sobre cómo vivir de la Ilustración, estar cansadísima ahora y escribir esto sin ganas ningunas para no incumplir lo de escribir cada día.

jueves, 4 de agosto de 2022

Día 2

 Mientras me tomo mi 4ª tila voy a empezar a poner orden en mi ser y vida:

Cosas que tengo que dejar de hacer:

- Dormir hasta las tantas.

- Perder el tiempo: pasar menos tiempo mirando el móvil, la tv cuando la veo, las paredes...

- Comer por comer: comer sano, lo justo y vegano, al menos siempre que no esté en vida social y sea difícil evitarlo (de momento).

- Procrastinar: Hacer todo lo que pueda hacer o adelantar ya de las cosas que tengo en la cabeza.


Cosas que he de empezar a hacer:

- Dibujar cada día. 

- Dibujar para mí, bocetear a menudo y rápido para hacerlo mucho. 

- Leerme bien los libros que he cogido sobre dibujo.

- Comprar carboncillos (mañana) y entrenar cada día por si me presento a una cosa.

- Mirarme bien y al día el curso al que me he apuntado online. Sacarle provecho.

- Hacerme horarios (hoy, para a partir de mañana.)

- Leer más y más.

- Ir al médico y decirle que no tengo la energía que debería (aunque comiendo bien espero que mejore.)

- Beber más agua (como norma, mínimo 1 litro, de momento).

Y sobretodo: enfocarme sólo en aprender a dibujar y pintar muyyyyy bien y en vivir de ello, sin plan B. No olvidarlo ni permitirme bifurcaciones. 


miércoles, 3 de agosto de 2022

Día 1

Me voy a auto obligar a escribir a diario, en vez de un blog lo voy a usar de diario, aunque por enorme desgracia sin la libertad que da el anonimato total y aunque intente que eso no me influya nada (imposible) o lo mínimo posible.

"Aún no es el presente, dices. Y como si el tiempo no iría a corroerte, adoptas actitudes de estatua." Esa soy yo. No hay libro que haya leído en mi vida con el que me identifique más que los "Diarios" de mi adorada Alejandra Pizarnik.

Ese inmovilismo, físico y hasta incluso casi postural a veces, que ya había detectado en mí antes de leerlo tan bien descrito por ella, es lo que quiero evitar escribiendo, poniendo organización, esfuerzo y acción (bien encaminada) a mi vida. Para ello he de hacer algunas cosas que no hago y dejar de hacer otras que hago y que son formas de no hacer nada. Un día (mañana, me auto obligo) me lo especificaré en ambos sentidos para evitarlo bien.

Hoy tenía sesión con la psicóloga. Llevaba unos meses yendo, si es que se le puede llamar ir a eso. Para mí han sido ¿sesiones? (gratuitas afortunadamente) inútiles como esperaba y casi inexistentes, por su poca frecuencia y por su poca envergadura y contenido. Hoy después de dos meses sin ir, por ella primero y luego por mí, me tocaba ir, y le he dicho que no iba y que lo dejaba. Una cosa menos que me pese, un esfuerzo menos que hacer. Fui por dar una oportunidad a lo que no son mis ideas, por no limitarme a mí, pero se confirmaron las mías, no me sirve para nada y dudo mucho que en algún caso me sirva. Así que mi terapia será escribir, mi orden lo buscaré y encontraré escribiendo.

Andrew Piankovski
(Qué bonito...)