martes, 23 de enero de 2018

Habia una vez

Habia una vez unos padres que guardaban a sus hijas en una caja (casa), eran tres chicas guapas, altas y de 20 años. Con casi 20 años no quedaban con sus amigas, si alguna vez quedaban tenian que pedir permiso al padre (a la madre no servia) y con la hora fijada, llamando (haciendo ver que llamaba) a la amiga en cuestion para que vea que era verdad, persiguiendolas a veces. Nunca llegaron a casa mas tarde de las nueve, y en invierno de las siete, habran salido mientras vivian con sus padres menos de quince veces en su vida con las amigas y siempre sin coger ni el metro. Les hacian (el padre y la madre aceptaba) con casi veinte años hacer copias, escribir tantas veces una frase y debajo hacer un dibujito, copiar pasajes de libros como castigo, levantar la cabeza y fijar la mirada sin bajarla mientras te echaba la bronca, colocarte en una baldosa en concreto, la que el te decia mientras gritaba y sermoneaba, pasar las tardes sentadas en una caja de carton al lado de la estanteria, sin hacer nada, dejandote de por vida la sensacion de no tener vida, de estar aparte de todo, de ser algo que no se puede saber de penoso que es; les husmeaban, controlaban todo, les hacian sentirse insignificantes, oprimidas, vacias, nada. Una de ellas quiso controlar lo unico que nadie podia controlarle, su cuerpo, quiso soñar en algo mejor mejorandose a si misma, pero a la que empezaron a ver que estaba mas guapa y delgada le empezaron a obligar comer mas, sin hambre, llena, por rabia a verle mas guapa y no controlar ellos la causa, empezo a vomitar, aprendio a hacerlo sin hacer ruido, a comer como una loca, a encerrarse en la habitacion para comer desaforadamente, a ayunar, a no poder dejar de comer ni de camino al baño donde vomitaria, a odiarse fisicamente de por vida. Estuvo diez años sin hablar con ellos. Se fue de casa con una mochila un dia de madrugada dejandoles una nota que ponia ''no volvere mas', sin dinero y ni pensar en el (solo en irse de casa, todo lo demas era facil y bueno), llevando 15 dias en su primer trabajo del que le echaron al cabo de 10 dias mas. Durmio en la calle, pidio comida al cerrar los mercados, robo comida y ropa, no pudo estudiar. Se cambio de ciudad para no cruzarse por accidente con sus padres. Hace dos años por desgracia y casualidad retomaron la relacion, y la tia de 32 años sigue sintiendose igual cuando le llaman una vez al mes, oprimida, mierda, estrangulada, monstruosa. Hoy se odia y se desahoga asi porque sabe que en buena parte es el lastre que le han dejado sus padres, que se empeñan en decir que sabe estar bien y esta bien siempre, que es buena y tonta.

6 comentarios:

  1. ¡Ojalá fuera solo un estupendo relato! Ojalá esta historia únicamente fuera fruto de tu imaginación...
    Una palabra asoma en mi cabeza al leerte. VALIENTE.

    Acabo de encontrarme con el blog.

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    1. Muchisimas gracias Amelie! Yo tambien pienso que ojala fuera un relato, no una realidad que aun fuera de ella (a km de distancia y con contacto nulo durante años y ahora casi nulo) sigue estando presente y aprisionando..De todas formas deseo y creo que conseguire que deje de ser asi, como sea.
      Gracias por tu comentario y bienvenida a mi blog!

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  2. Tiene razón Amèlie en eso de que es un estupendo relato y que lo lamentable es que haya un amargo poso de realidad. Es durísimo leerlo y ni me puedo imaginar vivirlo. No soy madre y nunca he deseado serlo pero me cuesta mucho entender esa férrea protección, asfixiante, diría yo, paternofilial. No lo concibo. Eso sólo puede hacer daño.

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    1. Hola Juli! Es totalmente asfixiante,es justo la palabra, y ademas es mentira que es para proteger a los hijos, es (al menos en mi caso)por comodidad, porque sufres menos y estas mas tranquilo con todo el mundo encerrado en casa, pensando solo en tus cosas, es incompatible totalmente querer proteger a alguien por su bien y no importarle sin embargo que no hagan nada con su tiempo libre, que no tengan la cantidad de ropa normal, no apuntarnos a nada de las cosas que nos gustaba hacer, no ponernos aparatos en los dientes o llevar al dermatologo..pero sobretodo darles igual que no hicieramos nada mas que ir al instituto y estar en casa vegetando, creciendo, haciendonos mujeres encerradas. No es proteccion, es comodidad, egoismo y hasta envidia, pocas ganas de ver en los demas la alegria y vida que a su amargura le falta. Yo tampoco quiero tener hijos y entre otras cosas por la experiencia padres/hijos mia, aunque no solo.. Un beso y muchas gracias por leerme y entenderlo tan bien.

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  3. Con respecto a la férrea protección, hay un capítulo, creo que es temporada cuatro, capítulo dos, de la serie "Black Mirrow", que lo rodó la Jodie Foster. No tiene desperdicio. Para mí, es uno de los mejores de toda la serie. Os lo recomiendo. Eso sí que es protección, sobreprotección y lo otro.

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    1. Hola dintel! Buscare ese capitulo..estoy convencida que hay muchos grados de sobreproteccion, pero todos, sean en la dosis y forma que sean son pesimos y ademas contraproducentes. Yo a lo mio no le llamaria sobreproteccion, le llamaria comodid, egoismo y hasta dejadez en el fondo, es importarte un pito la persona, lo mal que lo pase en el momento y incluso de cara al futuro.
      Un saludo y bienvenida!
      (Se siente que me enrollo mucho en las respuestas porque me puede el tema..)

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